sábado, 4 de febrero de 2012

Aprendiendo a perder.

madurar:
1  Hacer alcanzar a un fruto el desarrollo completo.
2  Crecimiento y desarrollo de una persona en relación con sus condicionantes hereditarias, el contexto social en el que vive y sus circunstancias personales.

En ocasiones, en la vida hay momentos en los que tenemos que mostrar nuestras fortalezas, cuando lo logras, logras mostrar madurez ante los demás.... 
Pero, ¿De que sirve la madurez? Si igual y simplemente es sobrellevar y mantenerse en pie ante una adversidad que no tuvo el resultado deseado.
La madurez que nos enseñan habla de controlar los sentimientos y los impulsos, de ser paciente y tomar las decisiones contemplando todas las posibilidades. 
Pero entonces: ¿Por que aun cuando se hace esto, si la decisión tiende a ser perjudicial nos dejamos llevar por los demás y dejamos toda la meditación a un lado?

En momentos de la vida como este, es en donde la serenidad se hace mi mejor aliada, en donde el conocimiento intelectual ayuda al desarrollo de lo mental, llevando a lo plástico a una máxima expresión. Negar lo que siento o pretender que no pasa nada no me hace mas fuerte, simplemente me hace mas dócil y mas ignorante ante mi mismo.
En cambio, si sobrellevo la perdida me doy cuenta de mi proceso interior, de lo que realmente es afrontar lo que sucede, siendo consiente de la evolución y los cambios. 
El estado de negación no es sano, lo sé desde que por años negué la muerte de mi madre, pretendiendo que no me afectaba.


Ahora solo me queda desarrollar mi interior, confrontar todo el amor que siento con la vida misma, transformarlo y convertirlo en algo bello, para eso tengo la plástica como mi aliada, como mi confidente, como sujeto abstracto de mi otro yo... 

Nada muere y todo se transforma y de esto que siento he de tomar lo mejor, convertirlo en un producto bruto de belleza estética desde la frustración que siento por lo que no se construyó.

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