jueves, 14 de febrero de 2013

La vida pasa.


La vida pasa y nos hacemos viejos, no necesariamente mas sabios pero si necesariamente mas viejos.
La vida pasa y se nos empieza a notar el cansancio....
La vida pasa y con eso pasan las experiencias, de las que debemos aprender por que de nada sirven con simplemente acumularlas en un cajón de la memoria.
En ocasiones la vida pasa y nos aferramos tanto a lo conocido que conscientemente nos estancamos por miedo a ir a lo desconocido.
La vida pasa y seguirá pasando, incluso después de que dejemos de existir en este plano.
La vida pasa y no pretende que le sigamos la corriente o que vayamos a su propio ritmo.
La vida pasa y lo continuara haciendo para siempre recordarnos por que no debemos permanecer en un mismo sitio por un prolongado tiempo.
La vida pasa y tenemos que aprender a vivirla.


Por que si esperamos a solucionar los problemas y a estar tranquilos para poder vivirla, ella ya habrá pasado y nos daremos cuenta, cuando sea demasiado tarde, que la vida siguió pasando y nosotros nos la perdimos y nos dejamos morir aun cuando teníamos tanto por que vivir.


lunes, 4 de febrero de 2013

Racionalizar el amor.

Es una despedida mas y el mismo adiós de siempre.

Es el mismo partir, desde un nuevo sitio, desde un nuevo punto, hacia un nuevo recorrido.

Es tener la sensación de que ya nada vale la pena, que ya no vale la pena sentir.
Que a pesar de todo lo que te enseña, amar puede llegar a ser una perdida de tiempo.

Es entregarme al olvido una vez mas, a la soledad y recomprensión de mi mismo.

Es ver mi cuerpo y quererlo cambiar.
Para poder empezar a ser otro.

Es crear uno mas de mi mismo, para estar listo a lo que puede venir.

Es estar en estado de soledad:
Con algo de tranquilidad en la mente.
Con el corazón inquiero.
Con el sentir inestable.

¡Hay que saber racionalizar el amor!

Hay que saber perderse para encontrar la salida.

Tengo que saber:
Que no puedo olvidar el permitirme sentir.

sábado, 2 de febrero de 2013

Distancia y tiempo.

El tiempo me ha enseñado mucho, que la espera nunca es en vano por que siempre hay un resultado del que puedes estar agradecido, aun cuando no se el que querías o esperabas.

Un año es mucho tiempo, son doce meses, son 52 semanas y 365 días.
Es un largo tiempo para reflexionar, meditar y transformar el ser interior.

He cambiado y han sido muchos los que lo han notado y asimilado, pero tu no has estado ahí, te sorprendiste y alegraste con mis cambios pero al mismo tiempo te quedaste con la imagen estancada de quien era yo hace un año. 

La posibilidad misma de ser en mi mente cada vez se hace mas difusa y aunque no me pierdo, si hay quienes no entienden por que no quiero definirme ni encasillarme. Al parecer tu eres uno de ellos.

Quizá tu necesites distancia, quizá tu quieras tiempo, pero ahi hay una coyuntura que no podemos afrontar juntos, yo ya pense, yo ya medite, yo ya no quiero mas tiempo.
Un distanciamiento mas seria definitivo, seria mortal para este sentimiento.

Yo ya lo intente y tome el riesgo de sumergirme una vez mas, salir significaría no volver al caudal de agua dulce del que solo los dos teníamos conocimiento que existía. 

Estoy tranquilo y no se me desgarra el pecho, no se me escurren las lagrimas y se me vuelve un tormenta la mente. No por que no sienta, sino por que he madurado y he comprendido que el sentimiento se puede transformar y que algo mas vendrá y tal vez algo nuevo surgirá, aunque no sea eso que alguna vez soñamos.

No quiero que pienses que me he rendido, que el cansancio fue mayor y desistí de un ideal. 
No es eso.
Con la aceptación de mi mismo he aprendido a reconocer cuando bajar mi orgullo y derribar mi terquedad, hasta que punto llegar con las persistencia y como he de detener el obseso que llevo dentro.

Los sueños siguen presentes, pero se transforman con cada día  como lo han ido haciendo desde hace un año. 

Por eso simplemente me entrego con miedo a la cotidianidad, sabiendo que el tiempo seguirá transformando mi interior y llevándome a nuevos lugares inexplorados de los que no me quiero perder, aun cuando los tenga que recorrer en soledad.