lunes, 12 de marzo de 2012

Conoce tu cuerpo

¿Acaso te has preguntado realmente lo que es tu cuerpo?
¿Te has mirado al espejo por mas de una hora?


Preguntarte que siente cada parte de tu cuerpo, recorrerte a ti mismo con la mirada, con la yema de tus dedos.
Entender tus recovecos y las partes de ti que aun no te terminan de gustar.
Reconocer tus anomalías y entender tus imperfecciones.


¿Has sido capaz de enamorarte de ti mismo?
¿Has sido capaz de masturbarte frente al espejo sabiendo que no hay otro que este mas bueno que tu?


Entregarte al placer contigo mismo como no lo has hecho con otro,
redescubrir aquellas zonas que tenias olvidadas, las partes ocultas que creías intocables, insensibles y terminaron siendo un detonador de placer infinito.


Mirarte fijamente, desde tu perspectiva visual, en picada, para entender por que sientes como sientes, por que te mueves como lo haces, manifestarte a ti  mismo como te muestras y te ocultas ante el otro.
Entenderte un poco mas.


Completamente entregado a ti mismo perdiendo el miedo a la satisfacción, perder el sentido del pudor propio.
Empezarte a preocupar por deshinibir al otro, a ese otro que tambien habita en ti, darle a entender que el pudor esta en la mente, que ya todo ha sido mostrado, que desde la primera vez que te desnudaste ya todo estaba descubierto,que ahora solo importa resignificar esas nuevas zonas, esas partes inexploradas.


¿Te has preguntado lo que siente tu piel?
¿Has ahondado en el dejarte llevar por el gusto de simplemente sentir con los ojos cerrados?


Sin importar quien te toque, imaginar que ese otro no es él, que ese otro es un cualquiera, que termina siendo tu mano, que te descubre a ti mismo en posiciones y placeres que tu propia vista no te hubiera dejado sentir.


Prepararte, no para el otro, no para ti mismo, sino simplemente para poder sentir.
Para dejarte llevar por el placer, por el gozo ajeno que encuentras en tu reflejo.
Permitirte ser tu, comprender que eres tu, que no hay otro,
y que aunque mil pasen por tu piel no importara la mano, el brazo, la pierna o el falo que te toque.


Quedaras con el recuerdo de una sensación, con la imprenta de una caricia...
Que después de mucho tiempo de recordarla podrás simularla, cerrar los ojos y pretender que aun estas ahí, en ese instante orgásmico en el que te saliste de ti, que empezaste a ser tu propio cuerpo.

3 comentarios:

  1. Felicitaciones por eso, muy bien utilisadas tus palabras! Si es muy importante conocer tu cuerpo a ti mismo. Me encantaba leer tu articulo!

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