miércoles, 7 de marzo de 2012

Un oso panda

Solía abrazarlo mucho, hablarle y pretender que respondia, sabía que no hablaba, simplemente entendia que me respondía.

A los 7 años no sabía cocer, no tenia imaginación para arreglarlo u ocultarlo de alguna manera.

No recuerdo su nombre, no se si alguna vez le puse uno, no recuerdo quien me lo dio o por cuanto tiempo lo tuve.

Lo escondí, no lo moví, no jugué con él. Mi mamá lo encontro, lo vió roto y lo botó.

Hice un pequeño panda a mano, me preocupe por su relleno, por hacerlo con delicadeza y amor.

Solo se que lo tuve aproximadamente a los 7 años.

Siempre quise arreglarlo, sí tuve la intencion, nunca supe como… Lloré, lo olvidé.

Fue entonces que decidi saber de que estaba hecho, que llevaba por dentro. Sin pensarlo tome mi bisturí, lo corte en el pecho.

Eventualmente lo perdí, lo regalé, lo boté. No se donde quedo.

Senti su relleno de nilon, enmarañado y enredado consolidaba toda una estructura. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario