Echátelos a todos,
a tantos que no los puedas recordar,
tantos que no seas capaz de numerarlos.
Experimenta tu cuerpo, expande tus limites,
abre tu mente a toda sensación corporal,
al intercambio de placer y dolor.
Eres un ser sexual, acéptalo, lidia con eso,
conviértete en el animal visceral que eres,
mientras estés en la cama, mientras fantaseas despierto,
mientras duermes o comes o caminas...
hazlo especialmente cuanto te entregas al coito.
Desnuda tu mente y no solo tu cuerpo,
desnuda tu alma, desnuda tu ser.
Tu corporalidad te lo exige y tu interior lo anhela,
escúchate a tu mismo.
Mírate al espejo y obsérvate,
tócate y explórate a ti mismo,
descubre tus propios puntos de placer,
la manera y fuerza correcta de tocarte,
de acariciarte y besarte.
El ritmo correcto de moverte.
Conócete, siéntete cómodo contigo mismo,
para que así haya mejor desenvolvimiento con el otro.
¡Mastúrbate! reconócete....
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