lunes, 6 de agosto de 2012

Una noche, un secreto mas.



Él se hace llamar Cristiano, de esos que siguen la religión virtuosamente. 
Él me pregunta siempre a cerca de cuando voy a dejar mi "supuesta" homosexualidad.
Él se jacta de no tener dudas de si mismo y ser consciente del gran propósito que su Dios cristiano tiene para todos nosotros.

Sin embargo....

¿Que sucedió anoche?

Anoche él fue coqueto, me miraba de reojo y busca constante contacto, constante roce corporal.
Sus insinuaciones fueron claras: "alguna vez habrá que probar que tan bien es que un hombre hace sexo oral, solo para comprobar si es cierto"

El tiempo paso y la noche se hizo densa, un tanto pesada, su "timidez" me aburría y mi objetivo era claro: destruir su imagen de heterosexualidad y demostrarle que de mi se iba dejar, que sus ganas eran claras y no eran invenciones mías.

Los tragos ayudaron, he de aceptarlo, sobre todo a él quien no se decidía si por seguir rozando su pierna contra la mía bajo la mesa o simplemente parar y sentarse correctamente para evitar el contacto.

Yo nunca llegue a sentirme tan siquiera un poco borracho, por otro lado, él, sin tener la costumbre de beber, se hallaba algo torpe y un poco mas imprudente de lo que él mismo desearía. 

Se insinúo un poco mas y finalmente todo quedo claro cuando al preguntarle si era friolento respondió: "Si duermo en el sofá-cama si necesito unas 4 cobijas, si duermo en tu cama, con las cobijas que tengas esta bien."

Así fue como todo sucedió, bajo las cobijas, sin casi contacto visual, se dejo tocar sin problema, nunca me detuvo y de hecho siempre hizo todo lo posible por que no parara, porque el movimiento continuara. 

Quiso que hiciera aquello que deseaba probar, yo no tenia problema, mi sexualidad y la exploración de la misma es una cosa que manejo y en la que me puedo llegar a referir a un hombre cualquiera como: un polvo mas.

Incluso insinúo desear terminar en mi boca, incluso pregunto si yo quería que se repitiera. 
No importa ya si yo quiero que se repita o no.
Se que no pasará.

Yo quedo con la tranquilidad de mi objetivo, un tanto macabro, de poder jactarme que lo seduje, que mi radar nunca se equivoca, que aun tiene dudas y siempre las tendrá. 
Que solo hace falta encontrar al hombre adecuado que lo pueda "tramar" para que se le moje la canoa y entre en conflicto existencial.

Por que sí, él tiene una relación heterosexual, de unos cuantos años, basada en el cristianismo, y por lo tanto no hay contacto sexual. Así es muy fácil jactarse de "heterosexualidad" cuando no se ha de preocupar por esa satisfacción, no solo propia si no ajena.

La única duda que me queda es que diré, que comentaré... A quienes preguntes o a quienes se puedan llegar a enterar.

Que responderé cuando diga que quiere "probar" mas...
¿Como dejarle claro que no volverá a pasar, que fue un capricho mío y nada mas?

Que su decisión y descubrimiento sexual bien pueda y lo descubra con alguien mas.
O en su defecto, que siga con su mujer, que se case y tenga hijos y su "perversión", como él la llama, quede para su imaginación y su inconsciente. 
Para su culpa y su perdición en el infierno del que nunca podrá salir por ya haber estado con un hombre.


3 comentarios:

  1. "Solo hace falta encontrar al hombre adecuado que lo pueda "tramar" para que se le moje la canoa y entre en conflicto existencial." Es verdad, excelente escrito!!

    ResponderEliminar