lunes, 15 de abril de 2013

Ya no quiero madurar mas.

Siento que he envejecido mucho, siento que lo he hecho demasiado rápido.

Me siento desgastado, trajinado... 
He empezado a tomar las cosas con demasiada seriedad, siento que he perdido la capacidad de asombro y eso me entristece.

Siento que ya no puedo simplemente vivir el momento, entré en un estado en donde todo debe tener un sentido, donde todo tiene que significar algo.

Perdí la sencillez de lo que es vivir el día a día, me deje absorber por el pensamiento y la noción de un futuro inexistente... Un futuro al cual no se si tendré acceso.

Me convertí en ese hombre distante, solitario, pensativo al que pocos se acercan. 
Me convertí en ese alguien del cual pretendía huir cuando era pequeño.

Ahora soy ese el cual solo contempla, no juzga y comprende. 
Ahora soy ese observador inerte que olvidó que la emoción hace parte del análisis del mundo en el que se vive.

Soy un hombre joven, envejecido por el amor.
No soy amargo, simplemente soy mas fuerte.
Soy distante, ante quien no pierde el miedo de mostrar lo que siente.
No soy apático, simplemente la realidad se me mostró. 

La realidad me dio a entender que la única manera de poder sonreír realmente solo es una y esta consiste en dejarse sumergir en el amor, aun cuando sepas que este te ahogara y que una vez vuelvas a la superficie, la verdadera sonrisa será un recuerdo remoto de algo que ya paso...





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