Soy
real, mas no logro definir mi existencia.
Sigo
esforzándome por entender el hecho de saber quien es Camilo Bedon.
Entiendo
que existe, que es real y que posee un cuerpo, pero no
logro descifrar realmente quién o cómo es.
Entiendo
su corporalidad, su necesidad de búsqueda y cuestionamiento.
Mas no
encuentro la manera de conectarlo con la realidad en la que se sumerge y de la
que en ocasiones no quiere hacer parte.
Conozco
un poco de su alma, de su espíritu, de su edad emocional, de
su visión del mundo y de su empirismo hacia el entendimiento de lo
que puede ser el sentimiento de un otro externo a él.
Conozco
su objetivo en este plano, el por qué decidió esta temporalidad, el por
qué escogió el Arte como su forma de vida. Entiendo que se
encuentra un poco desfasado.
No
logro explicar su afán e interés por la falta
de definición de si mismo.
El
deseo constante de cambio, el ímpetu por no dejarse encasillar y
luchar por mantenerse en un proceso de transformación.
Pero
entonces queda la eterna duda de no saber nunca, de una manera completa y
profunda quién es aquel ser que se hace llamar Camilo Bedon.
Él
insiste en no poder ser alguien mas, él no pretende o quiere crear una nueva
identidad, él quiere poder despojarse de si mismo, dejar a un lado
su construcción social y familiar para poder adentrarse en
su esencia, o en lo que él cree puede llegar a ser su yo interior.
Mantiene contacto
con su niño, con su adolescente, con su joven adulto y trata
de establecer una conexión con lo que cree será su adulto y
su hombre mayor.
-Mirarme
en el espejo y poder dejar de encontrarme a mi mismo se volvió entonces
un ejercicio con el que pude hallar una nueva manera de conectarme
con eso interno que intento comunicar-
Lo vi
crecer, lo vi cambiar, lo vi perderse sin poderse volver a encontrar.
Sufrí cuando
no supo hacia donde correr, al no encontrar como regresar y no entender hacia
donde seguir.
Sentí
su alegría al entender que no tenia que regresar, que
no había a donde regresar, que el recorrido hacia su interior es
extenso e interminable.
Me
llené de euforia al verlo liberarse de lo que siempre creyó de si
mismo y me contagie de su satisfacción al comprender que en
su transformación la identidad de él mismo en esta sociedad no era lo
importante.
Ahora
encuentro un Camilo Bedon diferente, menos prejuicioso, mas tolerante, mas
desconocedor de si mismo y sin embargo con mas aceptación y
tranquilidad a lo que puede llegar a ser.
La
posibilidad de convertirse en algo o alguien quedo abolida.
Ahora
lo primordial es poder seguir encontrando nuevas formas de reconocerse, nuevas
formas de afirmar lo que no quiere ser desde la posibilidad de seguir siendo un
cuerpo en esencia dispuesto a estudiar el cambio y a no parar de
"envejecer".
No hay comentarios:
Publicar un comentario